jueves, 25 de septiembre de 2008

Cuando te conocí

Cuando te conocí, no te presté mucha atención, quizás solo la novedad para un niño de diez años, no mucho más. Pasaba poco tiempo contigo, y a regañadientes. Mi familia creía que serías una buena compañía pero yo prefería otras. Prefieres a los amigos, un partido de futbol, cualquier juego de los primeros ordenadores spectrum que se cargaban con una cinta o de los videojuegos ATARI, germen de las malditas videoconsolas actuales.

Con el tiempo te abandoné, pero nunca dejé de pensar en tí. Me dejasta una marca que fue creciendo en mi, y sin saber como ni por qué volví a buscarte. Ahora quisiera no haberte abandonado nunca. ¿Cuántos momentos hubiesemos vivido en estos años?, ¿cuántas satisfaciones me hubieses dado?.

Hoy te miro, y sé que sin tí, no sería el mismo, aún a sabiendas que no soy capaz de sacar de tí todo lo que podrías darme. Si algo pasa, siempre es mi culpa. Eres de las pocas cosas que existen en el mundo que lo único que puedes dar por ti misma es satisfación.

Nunca pensé que el simple deslizar de mis dedos por tus curvas, o tus cuerdas podría darme tanta alegría. Cada nota, cada rasgueo, cada intento de falseta es un mundo. Cuando despides el sonido que mis torpes manos han podido realizar, es como si fuesemos un único ser. Si no sale nada, es mi culpa, nunca tuya.

Ojalá nunca te hubiese dejado. Ahora, el tiempo perdido ya no se puede recuperar. Lo único que me queda es intentar sacar de ti todo lo que puedas darme.

1 comentario:

el aguaó dijo...

Siempre hay tiempo para volver a retomar vuestra relación, sentirla entre tus brazos y palparla con tus manos. Rasgarle de su corazón esas notas musicales que pueden te acompañen para siempre. Nunca es tarde si la dicha es buena... y ella sabrá entenderlo y te regalará su música.

Me ha encantado tu casa. Te enlazo en la mía.

Un abrazo.

P.D. ...cualquier juego de los primeros ordenadores spectrum que se cargaban con una cinta... Si no somos de la misma quinta... estamos muy cerca.